Hoy vamos a analizar un artículo publicado en 2005 en la
revista Nutrition and Metabolism [i]
en el que se exponen los resultados de un estudio prospectivo de la literatura
científica hasta el año 2005 sobre la relación entre una alta ingesta de
proteína y el daño que ésta puede causar a los riñones.
El estudio comienza señalando que la mayor preocupación y fuente de
controversia en este terreno se centra en se cree que la ingesta excesiva de
proteínas llevaría a una enfermedad renal crónica debida a un aumento en la
presión glomerular y la hiperfiltración. La cuestión a dilucidar sería si las
investigaciones llevadas a cabo sobre la ingesta excesiva de proteínas por
personas sanas apoyan esta afirmación.
A continuación el artículo va estudiando la ingesta alta en proteínas
y distintos aspectos relacionados con la función renal:
·
Enfermedad Renal Crónica:
aunque no existen estudios que expliciten la relación entre la ingesta de
proteína y el comienzo o empeoramiento de la Enfermedad Renal Crónica, sí que
hay que estudios que señalan una
relación inversamente proporcional entre la ingesta de proteína y la presión
sanguínea. Al ser la hipertensión el segundo factor más importante en la
aparición y desarrollo de la Enfermedad Renal Crónica, los hipertensos podrían
beneficiarse de esta reducción de la presión sanguínea que una dieta alta en
proteína promueve. Por otro lado, hay estudios que relacionan este tipo de
dieta con una alta ingesta de nutrientes beneficiosos para los hipertensos,
tales como potasio, magnesio o calcio.
·
Proteína dietética y función renal:
la alta ingesta de proteína, tanto de forma puntual como crónica, eleva el
grado de filtración glomerular.
·
Proteína dietética y progresión de
enfermedad renal: existen estudios que relacionan la
ingesta de proteínas con el agravamiento
de una enfermedad renal preexistente, pero no hay ninguna prueba de que la
ingesta alta en proteínas pueda ser la causa de una enfermedad renal y la
privación o reducción de proteínas, en personas sanas, tampoco puede sirve como
medio para prevenir la aparición de la Enfermedad Renal Crónica.
·
Proteína dietética y enfermedad
renal: aunque la hiperfiltración es un proceso bien
documentado en individuos con una enfermedad renal pre-existente, cada vez se
está pensando más en serio que lo que ocurre en lo riñones cuando se tiene una alta
ingesta de proteína (aumento del grado de filtración glomerular e
hiperfiltración) es una respuesta adaptativa sana del riñon, respuesta
adaptativa que también se da en otras circunstancias tales como el embarazo.
Por otro lado, cuando se extirpa un riñón, el riñón que permanece funcionando
sufre este mismo proceso de hiperfiltración y se ha demostrado que el mismo no
ha deteriorado a largo plazo (más de 20 años) el riñón que lo sufre. De
esta forma, la hiperfiltración parece ser una adaptación biológica a una serie
de cambios renales que no estarían relacionados con un aumento del riesgo de
enfermedad renal crónica en individuos sanos.
·
Evidencias en individuos sanos:
aunque se han evaluado las dietas para perder peso altas en proteínas, no
existen informes de disminuciones en la función renal inducidos por la ingesta
de proteínas salvo en aquellos individuos que generalmente están en riesgo de enfermedad
renal, tales como personas con dislipemia, obesidad o hipertensión. En un
estudio realizado en individuos obesos en el que un grupo se adhirió a una
dieta alta en proteínas y otro a una dieta baja en proteínas se encontró que
aquellos que se habían adherido a la dieta alta en proteínas presentaban un
mayor grado de filtración glomerular y un tamaño de riñón mayor que la muestra
de referencia pero que no presentaban ninguna inquietud en cuanto a su función
renal, lo que llevó a los autores a concluir que a pesar de los cambios en la
función renal y el tamaño de los riñones, la alta ingesta de proteínas no tenía
efectos negativos en la función renal de individuos sanos. Después de analizar
la ingesta de proteína de algunos tipos de atletas, esta apartado termina
señalando que no han encontrado datos en la literatura científica que conecte
una alta ingesta de proteína con una incremento en el riesgo de insuficiencia
renal en hombres y mujeres sanos y físicamente activos.
·
Proteína dietética y función renal
en modelos de animales: después de analizar varios
estudios sobre este tema, el articulo determina que no se han realizado
estudios sobre la ingesta alta de proteínas como causa de enfermedad renal en
animales, habiéndose centrado los estudios realizados en cómo afecta la ingesta
de proteínas cuando ya está presente la enfermedad renal.
·
Proteína dietética y cálculos
renales: no se han realizado ensayos
controlados aleatorios para comprobar si la tendencia a la formación de
cálculos renales aumenta con una ingesta alta de proteínas, y los estudios
epidemiológicos aportan datos contradictorios entre la ingesta alta de
proteínas y la tendencia a la formación de cálculos renales. En cualquier caso,
en la actualidad, no existe evidencia ninguna que muestre que una alta ingesta
de proteínas esté ligada de forma consistente con un aumento de la formación de
cálculos renales.
·
Conclusiones:
“aunque una ingesta excesiva de proteínas se mantiene como una preocupación de
salud en individuos con una enfermedad renal preexistente, la literatura carece
de investigación suficiente que
demuestre un vínculo entre la ingesta de proteína y la iniciación o progresión
de enfermedad renal en individuos sanos. Más importante aún, la evidencia
sugiere que los cambios inducidos en el riñón por las proteínas son
probablemente un mecanismo adaptativo normal que se encuentra dentro de los
límites de riñón sano. Está fuera de toda duda que son necesario estudios a
largo plazo para clarificar la escasa evidencia disponible en la actualidad con
respecto a esta relación. En la actualidad, no hay pruebas suficientes para
justificar las directivas de salud pública destinadas a restringir la ingesta
de proteínas en individuos sanos con el fin de preservar la salud renal”.
Yo lo veo claro: si estás sano, la dieta paleo no te va a dañar los riñones.
[i] William F Martin, Lawrence E Armstrong and Nancy R Rodriguez. Dietary
Protein Intake And Renal Function. J Nutr
Metab [revista en Internet]. 2005 [acceso abril 2013] ; 2:25
doi:10.1186/1743-7075-2-25. Disponible en: http://www.nutritionandmetabolism.com/content/2/1/25